martes, 10 de abril de 2012

¿Cómo juegan los niños? Un paso más allá


A través del juego los niños crean su mundo y aprenden a descubrir el de los demás. Descubren su cuerpo y el cuerpo de los otros, desarrollan sus habilidades y su curiosidad, interactúan con otros niños o adultos, aprenden a imitarlos, a seguir sus reglas y a imponer las suyas, a emplear herramientas, a elaborar su propio lenguaje y a insertarse y desempeñarse en su contexto habitual. Los niños juegan de forma espontánea y libre, si se los deja, están motivados intrínsecamente siempre que el juego sea voluntario, significativo, y placentero.
  • Lo introduce en la realidad social, a través de un símil en el que juegan un papel relevante las jerarquías, los liderazgos, los roles, el éxito y el fracaso
  • Permite interiorizar normas y valores
  • Permite explorar el mundo más allá de las normas adultas a través de la fantasía
Algunos autores como Dewey sugieren que en el juego predomina la actividad por sobre los resultados. Bruner, Jolly & Silva advierten que en los primeros estadios los niños inventan sus propias reglas de manera creativa. Otros autores, como Sherwood ven el juego como una forma de habituarse a su vida cotidiana.

Las diversas perspectivas teóricas acerca del juego pueden clasificarse en:

1. la del desarrollo intelectual
2. la de ajuste psicológico
3. el interaccionismo simbólico. 

En la primera encontramos a las perspectivas romántica, puritana y evolucionista, en la segunda a las psicoanalíticas, y en la tercera a la de George Mead, todas ellas relacionadas con una concepción distinta de la naturaleza humana.

Para Rousseau, epítome de la perspectiva romántica, el juego solo puede ser positivo y esencial para el desarrollo y el aprendizaje en libertad, en consonancia con su idea del “buen salvaje”.

Para los puritanos el juego, como expresión de instintos animales subyacentes debe ser canalizado y regulado de manera estricta.

El enfoque evolucionista, viene representado por Darwin, Vygotsky y Piaget. Vygotsky pondrá el énfasis en lo social y contextual y Piaget más en la observación del niño sin la implicación explícita del contexto.

La adaptación de los esquemas al mundo, según Piaget se dan por tres mecanismos: la asimilación, la acomodación y el equilibrio: adecuar una nueva experiencia a una estructura mental preexistente, revisar un esquema preexistente a dicha nueva experiencia y lograr una estabilidad cognoscitiva.

Las cuatro etapas del desarrollo cognitivo son:

  1. Periodo sensoriomotor: desde que nace hasta los 2 años. El niño usa sus sentidos y su capacidad motora para explorar y percibir el mundo circundante de manera espontánea. Centrado inicialmente en su propio cuerpo, empieza a adquirir hábitos de coordinación y puede explorar no solo su cuerpo sino también todo aquello que lo rodea. Para Piaget éste es un modo de inteligencia previo al desarrollo del lenguaje. En esta etapa se da el juego de ejercicio en el que el niño repite una vez y otra ciertas actividades sin pensar ni realizar una aprendizaje que le permita modificarlas.
  2. Periodo preoperacional: de los 2 a los 7 años. Aquí aparece el juego simbólico. Se producen ciertos conflictos de intereses y son comunes las fobias, las angustias y los miedos. El niño empieza a dibujar y a desarrollar sus primeras habilidades lingüísticas. Ya puede enumerar y clasificar. A los 4 años aparece el juego de reglas que le permitirá socializar.
  3. Periodo de las operaciones concretas: de los 7 hasta los 11 años. El niño ya puede expresar a través del lenguaje todo lo aprendido hasta el momento en términos prácticos u operatorios. Hablamos aquí de una inteligencia preconceptual. Las operaciones concretas involucran actividades como el manipular y agrupar objetos de manera que los esquemas de acción se vuelvan reversibles. Este periodo se subdivide en el preoperatorio y el operatorio.
  4. Periodo de las operaciones formales: a partir de los 11-12 años el niño ya es capaz de razonar en base a enunciados de hipótesis no solo con objetos sino aplicando la lógica de proposiciones

Desde la perspectiva psicoanalítica se entiende que el juego es una manera de autogratificación que le permite al niño controlar y asimilar paulatinamente la complejas situaciones sociales. Anna Freud plantea que en un principio la función del juego es autoerótica, centrada en el propio cuerpo e inmediatamente después en el de la madre para luego extender el desarrollo libidinal a los juguetes que son como una prolongación del propio cuerpo para más adelante distinguirse de él, permitiéndole al niño realizar numerosas tareas, como encastrar, construir, abrir y cerrar, construir y destruir, como una sublimación de las pulsiones. Para Melanie Klein la sexualidad del juego se enlaza con la angustia, y la progresiva instauración de la represión que permite canalizar esa actividad sexual en un proceso sublimatorio.

El interaccionismo simbólico de Mead da cuenta de los mecanismos a través de los cuales el niño interioriza las expectativas de los otros respecto de su conducta. A medida que el juego se va convirtiendo en una realidad el niño va adquiriendo una visión de sí mismo y de la realidad y a partir de los 8 años ya puede jugar a juegos organizados que le exigen someterse a una serie de normas y reglas complejas, una vez que el niño ha interiorizado “al otro generalizado”, normas, reglas y valores de la vida social con la que ya se identifica.

Fuera de estas tres categorías encontramos autores como Peter Barnes y Mary Jane Kehily que consideran que el juego expone a los niños a situaciones de poder y jerarquías sociales, de manera que algunos sobresalen y otros quedan subordinados.

Gerard Jones propone respecto de la violencia en los juegos, que ésta ayuda a los niños a ser más fuertes emocionalmente. Hasta ciertos límites cree que la violencia en los juegos (soldados, guerras, monstruos, fantasmas, superhéroes), no deriva en una violencia en la vida real, sino que se mantiene en el ámbito de la fantasía.

En un sentido amplio podemos decir que el juego es de gran relevancia en cuanto a la definición de la identidad del niño, y a integrarse plenamente en sociedad:




Fuentes

http://contexto-educativo.com.ar/2000/1/nota-8.htm
http://scholar.googleusercontent.com/scholar?q=cache:iH5XBH6vo74J:scholar.google.com/+como+juegan+los+niños+piaget&hl=es&as_sdt=0,5&as_vis=1

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