viernes, 30 de marzo de 2012

¿Cómo juegan los niños? Los primeros pasos


Hay un desarrollo que va de los fenómenos transicionales al juego, de este al juego compartido, y de él a las experiencias culturales.”

Donald Winnicott
Más allá de todas las teorías en torno al juego de los niños, hay un hecho que hoy en día no podemos soslayar. Gracias a las ecografías, y con un poco de suerte, en torno a la 20ª semana de embarazo podemos observar claramente cómo el bebé se chupa el dedo, juega con el cordón umbilical, se interesa por su cuerpo, acaricia su cara con sus manitas, y se toca sus bracitos y piernas.
¿Puede significar esto que venimos al mundo constitucionalmente, genéticamente, predispuestos a jugar?.

martes, 20 de marzo de 2012

¿Qué hacer con los berrinches?


De acuerdo con Margaret Mahler, a partir de los 15 meses, el niño entra en la que ella denomina fase de separación-individuación que como su nombre indica es la fase en la que el niño sale de la fase simbiótica con su madre para ir separándose paulatinamente de ella y encontrar su propio yo. 
En realidad la separación y la individuación son dos procesos complementarios. La separación es lo que hace que el niño siga una trayectoria de diferenciación respecto de la madre, “el distanciamiento, la formación de límites y la progresiva desvinculación.” La individuación son los logros del niño en asumir su propia identidad, autonomía psíquica que incluye el desarrollo de la memoria, de la inteligencia, etc. Se trata pues, de un re-nacimiento que Mahler describe como “una ruptura definitiva de la membrana común madre-hijo.”

martes, 13 de marzo de 2012

¿Qué hacemos contra los niños abusones?


No cabe hablar de bullying propiamente dicho porque ése es otro tema. Pero más allá del bullying están los niños abusones. Los encontramos en todos los colegios y en casi todas las aulas.

Tampoco podemos decir que estos niños de cuatro, cinco o seis años (estas cosas ocurren ya en educación infantil) sean auténticos acosadores, pero abusones, sí lo son. Y aunque no hace falta etiquetarlos o estigmatizarlos, lo cierto es que tampoco podemos hacer de cuenta que no pasa nada, que es normal entre niños, etc. Porque la víctima o las víctimas del abusón se sienten así, justamente, como víctimas.

Pero ¿qué hace un abusón? ¿cómo se comporta para que podamos llamarlo así? Incordia, muerde, pega, te da un empujón, se ríe de ti, te llama gorda, fea, tonta, te pide veinte veces una goma y jamás la verás de vuelta, ocupan tu asiento, te roban cosas, te las esconden, te juegan malas pasadas, te hacen bromas de mal gusto…  en fin, se sienten muy graciosos, envalentonados y se la pasan pipa haciendo que tú te sientas mal e incluso llores. Eso los hace sentir fuertes, que tienen el control sobre la situación sobre todo si nadie les hace frente.