martes, 13 de marzo de 2012

¿Qué hacemos contra los niños abusones?


No cabe hablar de bullying propiamente dicho porque ése es otro tema. Pero más allá del bullying están los niños abusones. Los encontramos en todos los colegios y en casi todas las aulas.

Tampoco podemos decir que estos niños de cuatro, cinco o seis años (estas cosas ocurren ya en educación infantil) sean auténticos acosadores, pero abusones, sí lo son. Y aunque no hace falta etiquetarlos o estigmatizarlos, lo cierto es que tampoco podemos hacer de cuenta que no pasa nada, que es normal entre niños, etc. Porque la víctima o las víctimas del abusón se sienten así, justamente, como víctimas.

Pero ¿qué hace un abusón? ¿cómo se comporta para que podamos llamarlo así? Incordia, muerde, pega, te da un empujón, se ríe de ti, te llama gorda, fea, tonta, te pide veinte veces una goma y jamás la verás de vuelta, ocupan tu asiento, te roban cosas, te las esconden, te juegan malas pasadas, te hacen bromas de mal gusto…  en fin, se sienten muy graciosos, envalentonados y se la pasan pipa haciendo que tú te sientas mal e incluso llores. Eso los hace sentir fuertes, que tienen el control sobre la situación sobre todo si nadie les hace frente.


Lo más seguro es que sean niños que tienen problemas en casa, que no encuentran otra manera de comunicarse con los demás niños, es decir, que sean niños inseguros y que no hayan recibido una educación adecuada. Seguramente en sus casas no les han puesto límites. Muy bien, pues ahora les toca que alguien les ponga límites o su comportamiento continuará siendo igual o empeorará con el tiempo.

Cuenta Lady Gaga, a la que muchos conceréis, que aun hasta el día de hoy, sufre por lo que le hacían en el cole, cuando se burlaban de ella. Dice, con lágrimas en los ojos: “A veces todavía me siento como una perdedora en el instituto y yo solo quiero animarme y decirme a mí misma cada mañana que soy una superestrella y que puedo superar este día y ser para mis fans lo que necesiten que yo sea … Los abusones me llamaban gorda y se reían de mi aspecto … Tenía la nariz muy grande, el pelo castaño y muy rizado y tenía sobrepeso. Se burlaban de mi”. Todo ello afectó a su desenvolvimiento en el colegio y a su creatividad, por supuesto.

Pero hay maneras de atajar a los abusones. Lo primero es detectarlos lo más rápido posible. Lo segundo, no quedarse con la boca cerrada y no temer a que te consideren un chivato porque des cuenta a tu maestra de que te están incordiando y, por mi expriencia, lo que mejor efecto surte es que el padre o la madre de la víctima se encare directamente bien con el abusón o bien con los padres del abusón y les pregunte diectamente que por qué lo hace, si es porque tiene problemas en casa o si es porque se siente inseguro… Esto último funciona a las mil maravillas. El abusón no sabrá qué contestar pero lo más probable es que se aplaque. 

Imagenhttp://www.ehowenespanol.com

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